¿SE DEBEN REDUCIR VÍAS DE CALI PARA DARLE PRIORIDAD A PEATONES Y CICLISTAS?

Esto pasa en la Av. 2 norte (parque Río Cali) y pasará en la Carrera 8 (Corredor Verde). ¿Apuesta por la movilidad alternativa o más trancones?

Opiniones divididas generan entre los caleños las obras de infraestructura que  reducen carriles de algunas vías de la ciudad, para dar más espacio a ciclistas y peatones. 

Son dos trabajos los que abren el debate: el parque lineal río Cali, que se lleva a cabo en la Avenida 2N entre calles 15 y 25, y el Corredor Verde, en la Carrera 8, que iniciará en mayo. 

En el caso del parque lineal río Cali, el proyecto tomó dos carriles de la Avenida 2N entre calles 15 y 25 para ampliar el espacio público y construir una  ciclorruta, lo que redujo la capacidad de la vía de cuatro a dos carriles.

De otra parte, el Corredor Verde, que inicia obras sobre la Carrera 8 entre calles 25 y 44, abarcará la calzada Oriente – Occidente de la Carrera 8 (que hoy conduce los vehículos desde Juanchito hacia el centro de la ciudad), para extender el andén, hacer ciclo carriles, juegos bio saludables, entre otros. Así las cosas, esa vía se reducirá de seis a cuatro carriles para ambos sentidos.

Con las obras se hará una redistribución de las vías, pues se pasará de un espacio del 70 % para vehículos y 30 % para peatones, a un 50 % para carros, 

40 % para peatones y 10 % para bicicletas. Ante estos cambios en la infraestructura vial de la ciudad, están quienes defienden la premisa de mejorar las condiciones para quienes recorren las calles de una forma no motorizada, pues ven beneficios sociales, ambientales y económicos. En la otra orilla están las personas que esgrimen que quitarles calzadas a las vías no es conveniente en una ciudad en la que cada vez hay  más trancones y líos de movilidad.

Cabe anotar que en Encuesta de Movilidad de Cali 2015,  realizada por el Centro Nacional de Consultoría y la firma Steer Davies Gleave, reveló  que el 32,3 % de los viajes de los caleños (hacer un desplazamiento con un destino y objetivo definido y que tiene una duración mayor a tres minutos) se hacen a pie. Le sigue el transporte en moto (17,9 %), en automóvil particular (13,4 %), en MÍO (12,2 %), en taxi (5,5 %), en bicicleta (5,4 %) y en buses tradicionales (4,5 %).

Para Janeth Mosquera, del Observatorio de Ciclistas y Peatones, con los cambios propuestos en las vías “la ciudad logra dar reversa a la motorización y así ganamos todos. Hay que pensar en equidad espacial, porque la mayoría de la población caleña se desplaza caminando y en bicicleta, no en vehículo particular”.

 Mosquera añadió que la ampliación de espacios para transportarse de una forma no motorizada ayudará a disminuir los índices de enfermedades cardiovasculares en la ciudad, pues “el 52 % de la población adulta no cumple las recomendaciones para ser físicamente activo y tener beneficios en salud”.

Por su lado, Kathy Osorio, de la ONG La Ciudad Verde, remarcó que “estos macro proyectos no solo cambian urbanísticamente la ciudad de una urbe motorizada a peatonal, sino que benefician al medio ambiente, purificando un poco el aire. Además, en el caso del parque lineal río Cali servirá para llevar a los caminantes al centro histórico y dinamizar el comercio”.

Alberto Mendoza, presidente de la Federación Nacional de Taxistas, dijo que “las vías deben acondicionarse para generar corredores ecológicos que embellezcan la ciudad; pero la reducción de carriles puede ser contraproducente, porque cada día se venden más carros y motos, lo que crea caos en la ciudad. Al Municipio le va a tocar comprar lotes para ampliar las vías”.

Según el Registro Único Nacional del Tránsito, Runt, en Cali hay registrados 645.307 de los cuales 206.209 son motocicletas y 439.098 vehículos, maquinaria, remolques y semirremolques.

El País realizó una consulta web a través de redes sociales para conocer la opinión de los caleños respecto a la redistribución del espacio en la vía. Se recogieron 272 comentarios, de los cuales 77 se mostraron a favor de darles más espacio a los peatones y 195 manifestaron estar en contra de la reducción de carriles vehiculares.

Para el usuario Alberto Barragán es inconcebible cómo han reducido una buena vía arteria (Avenida 2N) de cuatro a dos embotellados carriles para dar paso a una horda de indigentes, viciosos y atracadores.

Por su parte, Christian López dijo que mientras la percepción de inseguridad sea tan alta, en una ciudad tan grande donde las distancias no se prestan para caminar, es un error pensar en achicar las calles. Eso no se debe hacer en vías importantes.