Y USTED, ¿ESTÁ DISPUESTO A PAGAR POR PARQUEAR EN LAS CALLES DE CALI?

La semana que pasó, Cali empezó a dar el primer paso en el cambio de uno de los mayores paradigmas en la actualidad: repensar el uso del carro particular. El cobro por estacionar en las vías del barrio El Peñón llevará a los conductores caleños, que frecuentan la zona, al dilema de dejar el carro en casa y utilizar otros medios de transporte o meterse la mano al bolsillo cada vez que quieran parquear en el espacio público.

Aunque en principio la medida se aplicará de forma pedagógica y sin cobro durante las próximas dos semanas, será a mediados de agosto y por el resto del año cuando realmente se empiece a tantear qué tanta disposición de pago tienen los visitantes de la zona. De igual forma, este piloto servirá para conocer, de forma aproximada, cuánto dinero se podría recaudar por esta vía para financiar la operación del MÍO.

En sí, lo proyectado es que 18 vigilantes de los Municipios Asociados del Altiplano del Oriente Antioqueño, Masora, se encarguen de cobrar entre $1300 y $1400 por cada media hora que los carros se estacionen en las 241 celdas que hay demarcadas, y $450 a las motocicletas que se ubiquen en los 62 espacios señalados para ellas, por cada treinta minutos de estancia. Pero Cali no es precisamente una pionera en implementar este sistema. En ciudades como Sincelejo, desde junio de este año se está cobrando a quienes usen los 400 espacios señalizados en las vías, sobre todo del centro; la tarifa por hora o fracción para automóviles y camperos es de $2000, mientras que las motocicletas deben pagar $800. En las noches estas tarifas tienen un incremento del 20 %.

ZER, ¿oportunidad o inconveniente?

Lo que empezó la semana pasada es apenas el piloto para establecer cómo se implementarán las demás zonas de parqueo regulado en la ciudad, que estarán ubicadas en doce sectores: San Antonio-El Peñón, Granada-Centenario, Versalles-Terminal, Imbanaco, Parque del Perro, Centro, Ciudad Jardín, Unidad Panamericana, Alameda, Eucarístico, Carrera 66-Oeste y la Carrera 15.


En estos lugares, según un estudio de la Universidad del Valle, existe una oferta teórica potencial de 24.840 plazas de estacionamiento de uso público en vía y existe una oferta legal potencial de 6084 celdas. El costo total del proyecto, de acuerdo con estimaciones de Planeación Municipal, sería de $13.901 millones o 4,5 millones de dólares.

Para el secretario de Movilidad, William Camargo, este primer ejercicio será determinante para establecer un “mecanismo sólido y obtener insumos jurídicos, técnicos y financieros para que la siguiente administración determine cuál es el mecanismo para que empiecen a operar las zonas de estacionamiento regulado (ZER). Esto se podrá hacer por medio de contratos, una concesión, una APP, una operación con alguien que tenga la ciudad o por operación propia”.

Luis Carlos Díaz, asesor en temas de transporte, señaló que este sistema de pago por uso del espacio público es una medida efectiva para generar una oferta de parqueo en las zonas críticas donde hay déficit de estacionamientos. 


“Esto también ayuda a democratizar el espacio porque, al haber un pago por el uso durante un periodo de tiempo, se garantiza una rotación de los vehículos y no hay un acaparamiento durante todo el día”, explicó Díaz, quien resaltó que el quid de la medida radica en que sea más costoso estacionar en las calles, con el fin de desincentivar el uso del carro particular y dejando como opción otros modos de transporte como la bicicleta, los taxis o el sistema masivo.

Uno de los retos, indicó Díaz, es el control para garantizar el recaudo y evitar la evasión del pago. “En este punto hay que revisar estrategias como el uso de cepos (artefactos para inmovilizar las llantas) y que se genere un registro de quienes no paguen para, eventualmente, hacer efectivo el cobro”, puntualizó. 

Para Iván Sarmiento, director del grupo de Investigaciones en Vías y Transporte de la Universidad Nacional, sede Medellín, la estrategia de ordenar el tráfico en las vías con las ZER, con el ánimo de financiar la operación del sistema de transporte masivo es “oportuna”, dado que “si queremos un transporte de calidad y barato, alguien tiene que poner la plata. Esto hay que verlo como una política de redistribución de ingresos, pues la gente que -en teoría- tiene más, le pasaría una ayuda a los que utilizan el transporte público”.


Ante la falta de cultura de pago y el temor el impacto que puede tener la medida entre comerciantes, Sarmiento afirmó que “en Barcelona, España, los negocios le pagan la totalidad del parqueo o una fracción a sus clientes. Este es un modelo que se puede replicar para que no haya un desincentivo en las visitas y no genere mella en la economía, porque cuando las cosas son gratis se desperdician o se abusan; poner precio a las cosas genera orden”. 

Pero el apoyo a esta iniciativa no es unánime. El concejal Roberto Rodríguez, por ejemplo, opina que la ciudad no está preparada para incurrir en el pago de esta tasa, teniendo en cuenta que recientemente se transfirió a los usuarios el pago del mantenimiento de zonas verdes y hubo incrementos en impuesto del alumbrado público.

“Esto no solo afecta a los usuarios con vehículos sino la competitividad de la ciudad, porque entre más tributos tengamos alejamos al comerciante y le generamos una dificultad, porque la gente va a usar cada vez menos el carro y esto va a repercutir en las ventas y la economía de Cali”, esgrimió Rodríguez.

Sigue la inconformidad en El Peñón

En las calles del barrio El Peñón es latente el descontento de residentes, comerciantes y vigilantes por la llegada del cobro por estacionar en los cajones demarcados en las vías.
Mauricio Torres, comerciante de la zona, dijo que el cobro golpeará entre 30 % y 40 % las ventas de los negocios. Además, según sus cálculos, un empleado que vaya a trabajar a diario en su moto deberá invertir $180.000 mensuales en pago de parqueo. 

“Por financiar un sistema de transporte van a generar pobreza y desempleo. También habrá más inseguridad, por la desocupación que va a tener el barrio”, apuntó.

Por su parte, José Bedoya, coordinador de vigilantes del barrio El Peñón, señaló que la medida desplaza a 60 trabajadores de la zona.

Buscan modelo para las ZER

En medio de la polémica que ha generado en Cali, y específicamente en el barrio El Peñón, la intención de cobrar por parquear en las vías, el Centro de Diagnóstico Automotor del Valle, Cdav, contrató un estudio para estructurar un proyecto de zonas de estacionamiento regulado en la ciudad.


Según Carlos Santacoloma, gerente del Cdav, uno de los hallazgos es implementar la operación a través de dos tecnologías: una aplicación en dispositivos móviles o con parquímetros zonales.

“También se planteó el recaudo con talento humano y parquímetros individuales, pero la primera opción genera riesgo por la falta de control en la recepción de recursos y la segunda hace inviable el proyecto financieramente”, dijo Santacoloma, quien enfatizó que el estudio -que estará listo este año- no obedece a una instrucción de la Administración Municipal.

Otra recomendación del estudio es la tercerización de las ZER, dado que se advierte que el Municipio no cuenta con la estructura para su operación.

Fuente: El País